Tengo por norma no quejarme jamás en un restaurante, porque se perfectamente que hay más de cuatro billones de soles en la Vía Láctea, que es una de los tantos billones de galaxias. Muchos de esos soles son miles de veces mayores que el nuestro y son ejes de sistemas planetarios completos, que incluyen millones de satélites que se mueven a velocidades de millones de kilómetros por hora, siguiendo enormes órbitas elípticas. Nuestro propio sol y sus planetas, incluída la Tierra, están en el borde de esa rueda, en un diminuto rincón del universo. Sin embargo, ¿por qué tantos millones de soles en constante movimiento no acaban chocando unos contra otros? La respuesta es que el espacio es tan incomensurable que si redujéramos los soles y los planetas proporcionalmente a la distancia entre ellos, cada sol, siendo del tamaño de una mota de polvo, estaría a dos, tres o cuatro mil kilómetros de su vecino más próximo. Y ahora, imagínese usted, estoy hablando de la Via Láctea– nuestro pequeño rincón–, que es nuestra galaxia. ¿Y cuántas galaxias hay? Billones de galaxias esparcidas a través de un millón de años-luz. Con la ayuda de nuestros precisos telescopios se pueden ver hasta cien millones de galaxias parecidas a la nuestra, y no son todas.Los científicos han llegado con sus telescopios hasta donde las galaxias parecen juntarse, y todavía quedan billones y billones por descubrir. Cuando pienso en todo esto, creo que es tonto molestarse con la mesera si trajo consomé en lugar de crema.
"Queridísima: la multitud se entusiasmó por mi actuación. Sin embargo, el teatro no me basta. Me encuentro ahora en la posición de tener a la policía tras mis pasos."
al flujo de tu tiempo, vela que dominas. Al vaivén que marcas, caprichosa, amor, a tu calor, me arrimo. Flor de pradera: de ti necesito. De tu esencia me impregné y ahora estoy atado a ti, y el sulfuroso reclamo es el deseo que por ti siento. Deseo de tus noches mientras duermes, deseo de tu latir y de tu aliento, y al abrigo de tus besos adentrarme en un camino que tras de mí se borre. Si tu bendita presencia es la ofrenda ante el altar, el agua de tu caudal es la querencia animal. A este desbordado antojo, a este musgo de la roca donde me alojo. En el panal de tus cuevas puedo ocultarme y brotar, y en tus recónditas curvas puedo poblarte y amar, desde tu tobillo moreno al sonido de la trenza de tu largo pelo.
Háblame, no me mientas Ahorra tu aliento No me mires, no me sonrías Sólo cierra tus ojos Estaba tan impresionado por ti Corría ciegamente Hubiera caído en cada truco En cada juego mental No digas tus plegarias, no construyas esperanzas Sólo aléjate No me telefonees, no me busques No pierdas tu tiempo Estabas tan asombrada por mí Eras tan divina Harías lo que fuera Para aún ser mía Todas las cosas que me decías Estaba tan obsesionado Siempre estabas hablando y hablando Dios, dí lo mejor El Paraíso es frío Sin alma alguna Es difícil de creer Estaba tan enamorado de ti